martes, 25 de diciembre de 2007
Part 3/3. Andy Warhol, Sex in the City and other neighbourhoods
Part 3/3. Andy Warhol, Sex in the City and other neighbourhoods
9/12/2007
Amanecía nublado, el estómago nos pedía desayuno, y por suerte una señora nos indico que fuéramos a “good enough to eat”, no lejos de allí, en West Side. El pequeño lugar era muy acogedor, y el menú hace mención a su nombre. Navegando me encontré alguna referencia de este lugar hacia la Guía Michelín.
Preparados nos dirigimos Central Park. Es increíble la cantidad de películas que se han ambientado aquí. De allí el recorrido nos llevó a la búsqueda del apartamento del Carrie Bradshaw, la protagonista de Sex in the City, 245 E 73 St, pero la dirección es falsa, se salta el número. Días después le pregunté al Gran Hemano que todo lo ve: Google. Es un edificio que se encuentra en Bleecker St. and Perry St. en el barrio de Greenwich, a escasos metros de donde estuvimos por la tarde!
Sin problemas esta vez llegamos a la casa de Andy Warhol. De allí decidimos bajar hacia el centro. Pasamos por una especie de galería de arte donde había cuerpos de ganado vacuno en tanques con formol, lo que contrastaba con la postal de un mercadillo navideño en la puerta de una iglesia ortodoxa.
Sin darnos cuenta llegamos más abajo del Rockefeller. Ahora dirección norte tomamos de nuevo la 5th Ave. Entramos a varias tiendas, pasando por unas donde un bolso valía casi 6000$, y otras más normalitas como Zara. Cerca de la esquina Central Park volvimos a ser niños, en FAO Shwarzt, la juguetería de la película “Big”, donde Tom Hanks toca el famoso piano.
En East Village, cenamos en “Soup’n burger”. Comenzó a llover y nos dirigimos hacia Greenwich, en busca de algún garito de Jazz, que al final no localizamos. Decidimos entrar en calor mientras hablábamos de nuestras vidas y proyectos en una cervecería de estilo irlandés.El hotel Chelsea estaba cerca, y el Madison Square garden no muy lejos de allí. El día había sido muy largo.
A la mañana siguiente cogíamos los respectivos vuelos para casa, aunque casi pierdo el mío por el control de seguridad.
Ha sido un viaje fantástico, improvisando muchas veces y viendo lo que nos deparaba La Gran Manzana. Son muchas sensaciones, sonidos, neones, o perfumes que se entre mezclan y es difícil de explicar la magia de esta ciudad.
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