How to survive an American Christmas

How to survive an American Christmas
24/12/2007

The fall semester has gone quickly. The students luckily have passed the exams, and they have returned to home, like good sons, like the turrón. Berkeley, the lively city around the University, is death without students.

With few people the dining hall is closed, the International Café is also closed. The lights in Davis Hall are shut off for saving energy, and it’s a good time to do the maintenance of different systems, like the water. They are going to change some valves, so we mightn’t have water for three days. Hopefully only until 11 a.m.

Around forty residents of I-house left. Some people are gone to home. Others traveling, and that was the plan. Elisabeta, Markus and some of his friends from Germany and I agreed to travel to Las Vegas and South California. Unfortunately she had to go home, so only six people left. Only six indeed but too enough because as only five people can travel in a small car, they decided to kick me out, for the only reasons that six people are a huge group, and it's more expensive. It is a bit late to join other groups as well, they have completed their plans.

I’ve been disappointed before in my life. My real friends know it is not the first time that I don’t fit in, but this time is very sad. This is Christmas, and I‘m extremely far from home, family and real friends. I feel terribly alone.
At that point I can do two things be sick of this Christmas without water, electricity, food, family and friends, or survive as usual.

Last Saturday, movie at Metreon. The movie was Sweeney Todd, the last Tim Burton’s and Johnny Deep’s film, which is a bloody musical. Yesterday it was night pizza with Japanese people, and piano. Tonight it has been Christmas Eve dinner. Martin, the former ambassador and now director of IHouse, and his wife have come, which is a good point for them.

And how about travelling? Of course. I have booked the tickets for next week; I’m going to enjoy two nights in San Diego, and another one in Santa Monica beach.

Even alone I can do a lot of grateful activities to survive, even I can work to prepare my stuff before my advisor is coming from Spain. I’ll survive.

Despite I consider myself post-atheist, this is a time for Christians to say sorry.

Merry Christmas and a happy New Year 2008

to everyone,
even for those who kicked me out.

Part 3/3. Andy Warhol, Sex in the City and other neighbourhoods

Part 3/3. Andy Warhol, Sex in the City and other neighbourhoods
9/12/2007

Amanecía nublado, el estómago nos pedía desayuno, y por suerte una señora nos indico que fuéramos a “good enough to eat”, no lejos de allí, en West Side. El pequeño lugar era muy acogedor, y el menú hace mención a su nombre. Navegando me encontré alguna referencia de este lugar hacia la Guía Michelín.

Preparados nos dirigimos Central Park. Es increíble la cantidad de películas que se han ambientado aquí. De allí el recorrido nos llevó a la búsqueda del apartamento del Carrie Bradshaw, la protagonista de Sex in the City, 245 E 73 St, pero la dirección es falsa, se salta el número. Días después le pregunté al Gran Hemano que todo lo ve: Google. Es un edificio que se encuentra en Bleecker St. and Perry St. en el barrio de Greenwich, a escasos metros de donde estuvimos por la tarde!

Sin problemas esta vez llegamos a la casa de Andy Warhol. De allí decidimos bajar hacia el centro. Pasamos por una especie de galería de arte donde había cuerpos de ganado vacuno en tanques con formol, lo que contrastaba con la postal de un mercadillo navideño en la puerta de una iglesia ortodoxa.

Sin darnos cuenta llegamos más abajo del Rockefeller. Ahora dirección norte tomamos de nuevo la 5th Ave. Entramos a varias tiendas, pasando por unas donde un bolso valía casi 6000$, y otras más normalitas como Zara. Cerca de la esquina Central Park volvimos a ser niños, en FAO Shwarzt, la juguetería de la película “Big”, donde Tom Hanks toca el famoso piano.

En East Village, cenamos en “Soup’n burger”. Comenzó a llover y nos dirigimos hacia Greenwich, en busca de algún garito de Jazz, que al final no localizamos. Decidimos entrar en calor mientras hablábamos de nuestras vidas y proyectos en una cervecería de estilo irlandés.El hotel Chelsea estaba cerca, y el Madison Square garden no muy lejos de allí. El día había sido muy largo.
A la mañana siguiente cogíamos los respectivos vuelos para casa, aunque casi pierdo el mío por el control de seguridad.

Ha sido un viaje fantástico, improvisando muchas veces y viendo lo que nos deparaba La Gran Manzana. Son muchas sensaciones, sonidos, neones, o perfumes que se entre mezclan y es difícil de explicar la magia de esta ciudad.

Part 2/3. Welcome to the USA

Part 2/3. Welcome to the USA
8/12/2007


Desde el albor de este país New York ha sido la puerta de entrada de Estados Unidos, y la Estatua de la Libertad daba la bienvenida. Hoy nos recibiría a nosotros. El día amaneció con ligeras brumas, que se iban deshaciendo conforme pasaba el tiempo en las interminables colas de los controles de estricta seguridad. El ferry nos acercaba a La Estatua mientras a nuestra espalda el skyline comenzaba a brillar con el sol.

El pedestal de la estatua, no estuvo exento de controversia pues a pesar de ser un regalo los americanos tuvieron que poner el mismo, alberga un museo donde le tocamos las narices a la misma. Pudimos subir hasta la parte superior del pedestal, donde por unas ventanitas en el techo se ve el interior metálico. La siguiente parada nos llevó a Ellis Island, que funcionaba como centro de recepción de inmigrantes.

En I-House me recomendaron que cruzáramos el puente de Brooklin, pero en sentido inverso, es decir hacia Manhattan. Así lo hicimos. Anochecía. Los cables sustentaban el puente, entretejidos como una telaraña.

La noche nos llevó a través de un viaje de los sentidos. Nos encontramos frutas “exóticas” como kakis y nísperos, o pescados de las profundidades en Chinatown. Un Guardaespadas esperaba a Il Capo en una cafetería de Little Italy. Los neones, y pantallas LCD, nos despertaron en Broadway y Times Square, donde el reloj marcaba los días para fin de año. El ajetreo hizo que durmiéramos esa noche de un tirón.

Part 1/3. New York

Part 1/3. New York
7/12/2007


Nuestra historia comienza cuando Merche y yo decidimos visitar esta ciudad, antes de volver a casa. Estados Unidos estaba azotado esos días por un frío polar, que se extendía a latitudes incluso inferiores a la de San Francisco. En Minneapolis, por ejemplo, tuvieron que rociar el A319 con anticongelante, pues no había forma de calentar.

Nos reunimos en Newark. New York nos esperaba a la otra orilla del Hudson. El albergue, suficientemente decente para dormir estaba en Central Park, pero sin esperar mucho, decidimos comenzar la visita por el Museo de Historia Natural. Allí un T-Rex nos amenazaba.

La tarde pasó volando por lo que decidimos ir al centro. Se respiraba Navidad en el Rockefeller Center, con su famoso árbol, lleno de lucecitas, junto a la pista de patinaje. Desde el último piso, pudimos disfrutar de en una noche fría y despejada, de la imagen de la ciudad. Un paseo por la 5th Ave. nos llevó hasta Tiffany’s.

Puente de la Inmaculada y NYC plagada de espanyolesYa sea en lo alto de “The Top of the Rock” o en lo más profundo del subway. Lo que está claro es que no todo el mundo tiene dinero para escaparse unos días a NYC, pagar el ticket de avión y el hotel en temporada alta, aunque el Euro ayuda.

Circus Oz

3/12/2007

Circus Oz

El pasado fin de semana acudimos al circo. En Zellebach Hall (menudo pedazo de teatro tiene la universidad). Para ver Circus Oz. Un grupo australiano al estilo del circo del Sol. Estuvo muy interesante, ya que conjugan muy bien el humor con las acrobacias.

El sábado por la mañana regresé a Sausalito y Tiburón en bici, acompañando a Elisabeth, una encantadora holandesa que vive aquí en I-House. Paramos en un bar, como es de recibo, donde deben reunirse todos los ciclistas para el almuerzo, lo que me recordaba, un domingo cualquiera en el bar del Barrio de Caudiel, y el carajillo con miel.