miércoles, 30 de enero de 2008

Punto y seguido.

31/01/2008

Punto y seguido.

Todo tiene un comienzo y un final. Durante seis meses Berkeley ha sido mi hogar. Primero en Ihouse, y las últimas semanas en casa de Chin Long, que me acogió después de agotar todo el tiempo que podía estar allí. La sensación es extraña. Este sabiendo lo corto de este periodo, no se puede llegar a profundizar las amistades, pero me llevo conmigo, una experiencia inigualable, la libertad de expresión, la convivencia internacional, que hacen pensar en que un utópico mundo es sin embargo posible, como así lo es en este pedazo de tierra de la Bahía de San Francisco.

Digo un hasta pronto al San Francisco, que todavía deja sentir el regusto al verano del amor de 1967.

Pero no es un final, más bien un comienzo. Esta estancia me ha permitido encaminar la investigación, darle un poco más de sentido. Encauzarla. Un punto de partida para desarrollar algo grande. También me ha permitido conocerme más como persona, y valorar aquéllos detalles a los que en nuestra vida nos ofrece y que por cotidianos menospreciamos.

Es un punto seguido, pues espero volver, tal vez en estancias más cortas, para seguir con la tesis, pero no quiero olvidar nunca este lugar, y sobre todo las personas con las que me he cruzado en este camino.


Mañana espera un largo vuelo para volver a casa. Tengo sólo una hora y veinticinco minutos de conexión en Philadelphia, que puede ser muy justo si hay algún retraso. Mientras tanto os dejo con el espíritu de San francisco, y una adaptación moderna que se escuchó hace un par de años.


Ha sido interesante postear las experiencias. Algunas veces os habré aburrido. Otras entretenido, pero este es ya el último post. Hasta pronto amigos, y que la vida os depare lo mejor de vuetros sueños


Jose Manuel Portolés.




Scott McKenzie - "San Francisco"


The sound of San Francisco

Hotel California

30/1/2008

Hotel California

Este ha sido mi lugar durante estos seis meses, me encuentro preparando las maletas...

La cuenta atrás ha comenzado


domingo, 27 de enero de 2008

Silicon Valley

20/1/2008

Silicon Valley

En la bahía existen dos importantes templos de conocimiento. La UC Berkeley y la Universidad Stanford. Son dos polos opuestos en muchos sentidos, y que se citan todos los años en el derby de fútbol americano. Mientras UC Berkeley es pública, Stanford es privada. La primera es más liberal, la segunda más conservadora, pero no por ello ajenos a los cambios.


En los años 50 los segundos, los que tienen dinero, decidieron crear una especie de semillero de empresas, facilitando parte de los terrenos de la universidad para instalar estas.( Este hecho también indirectamente hizo subir estratosféricamente el precio de la vivienda en la zona)


Así nacieron algunas de las que han cambiado el mundo. Bajo este paraguas nacieron empresas de electrónica y semiconductores: Nombres como Hewlett, Packard, Fairchild Semiconductors Intel o AMD, IBM, Adobe, Apple, Cisco Systems, Sun Symantec, Palm, Oracle, , subsedes como la de Microsoft, y tras el boom de Internet, que en parte surgió como red no dependiente del ejército en este lugar: Yahoo , Google…. la lista es interminable. Por todo ello se ha llamado a este lugar Silicon Valley, por el material de el que están hechos los procesadores y semiconductores.

De ambas universidades no han parado de surgir nuevas ideas que han acabado en proyectos en dichas empresas.


Quedé con Elena, una estupenda gallega, que tras trabajar duro sacó el doctorado en Berkeley y ahora está en un Postdoc de ingeniería nuclear en Stanford. Fuimos bordeando la costa del Pacífico en un día frío. Una vez queda atrás San Francisco, las pequeñas calas resguardan a los surfistas.

De allí subimos las montañas, para cruzando la falla de San Andrés, llegar a Stanford. Al morir el hijo único del empresario ferroviario Leland Stanford decidió destinar su fortuna en la concepción de una universidad. Es completamente distinta. Mientras en UCB está todo apiñado, allí hay grandes extensiones verdes, una iglesia mezcla de estilo misión española y colonial, estatuas de bronce de Rodin... Hay dinero.

De allí visitamos Palo Alto, la ciudad dormitorio de la universidad. Encontramos las oficinas de Facebook en una placita, y de allí preguntamos a unos indús dónde está google. Lógicamente en el centro de la informática mundial hay gran cantidad de estos. No sé si es por la forma de pensar, por la sociedad o tienen algún gen especial, pero si se os estropea el ordenador o no funciona un programa dejarlo en manos de uno de ellos.

Google está en Mountain View, dirección San José. Nada más cruzar el puente sobre la autopista se divisa a la derecha un edificio descomunal, es Ames Reseach Center de la NASA, con un túnel de viento tamaño 1:1.

A la izquierda queda Google. Como era domingo y el lunes festivo no había mucha gente, trabajando, aunque dan ganas de quedarse a trabajar incluso en vacaciones. Tienen un ambiente propicio para el trabajo creativo: espacios abiertos, zonas comunes al aire libre, cafeterías de diseño, gimnasio…

Hicimos varias fotos, algunas únicas como la una pizarra de un despacho que no volverá a contener las mismas ideas.

Estos edificios contienen más información de cada uno de nosotros que la que pueda tener Hacienda. Esperemos que hagan un buen uso de ella, y que no cedan ante el gobierno americano.



Pequeño viaje de Año Nuevo (y cuatro). Virgin America.

6/1/2008

Pequeño viaje de Año Nuevo (y cuatro). Virgin America


A la mañana siguiente cogía el vuelo de regreso a San Francisco. En este caso con Virgin Galactic, digo Virgin America, una de las divisiones de la compañía del millonario Richard Branson. Fue como subir a una nave espacial. Las luces del interior del Airbus A320, que aún olía a nuevo, eran rojas y violeta. Los asientos, de cuero negro, con el respald0 de un plástico blanco de textura similar a aquélla de los iBooks de Apple, y cada asiento tenía su “Terminal de entretenimiento” conectada al resto del pasaje. A parte de poder escuchar una selección de lo mejor de Virgin Records, la pantalla táctil permitía seleccionar entre cientos de canciones, y de películas, televisón y radio. Pero aquí vienen las novedades: conectado al GPS del avión se habría Google maps, con un icono en todo momento de dónde estaba el avión. Una sála de Chat para todo el avión, y un Messenger asiento-asiento para comunicarte con otro pasajero. Incluso el asiento tenía enchufe y conexión de red para que conectaras tu propio laptop sin riesgo a quedarte sin batería.


Os dejo con el divertido video de seguridad que ponen, en lugar de las aburridas azafatas a las que nadie hace caso:




Pequeño viaje de Año Nuevo. Santa Mónica

5/1/2008

Pequeño viaje de Año Nuevo . Santa Mónica


No entiendo como en este gran país no hay una buena comunicación por ferrocarril. Es imposible regresar en tren desde San Diego a San Francisco. El “Pacific Surfliner” sólo continúa un poco más al norte de Los Ángeles. De allí hasta prácticamente San José el camino se hace irremediablemente interminable en autobús.


L.A. no es una ciudad, es un inmenso condado. Es como mirar una hoja de papel cuadriculado de tamaño kilométrico, en el que cada cuadrito es una manzana, y cada línea es una autopista infranqueable para peatones. En L.A. el coche es una extensión más del cuerpo, y el transporte público tiene poco lugar aquí. Por lo que he sabido los lobbies automovilísticos o los taxistas han impedido que haya una buena red de transporte, pero también los angelinos dijeron no al transporte público en una consulta popular.

Es la cultura púramente capitalista, del triunfo y la imagen.


Con este panorama y sin coche decidí sólo visitar un lugar. Elegí la playa de Santa Mónica ya que allí hay otro Hostelling International. Dejaba de lado el cine de Hollywood y las mansiones de ricos y famosos. Pero, no todo es glamour en L.A. El autobús recorre entre Downtown y la playa una zona humilde, ocupada por inmigrantes, en un país de inmigrantes.


Dentro de la fábrica de los sueños Santa Mónica saltó a la fama por la serie “Los vigilantes de la playa”, sin embargo, en enero y chispeando, la playa estaba desierta (nada tiene que ver con Maria Isabel). Desde Venice Beach, hasta Malibú, sólo unos pocos turistas pisaban la arena y el paseo de la costa. Únicamente las atracciones de Santa Monica Pier gozaban de alboroto. Esta vez con una hora de alquiler de bici tuve suficiente.


Llamé a la puerta de uno de los puestos de socorrista, que tantas veces han salido en la pequeña pantalla. Pregunté por Pam Anderson, y Mitch Buchanan, pero no se puso nadie. De vigilantes ninguno y de patinadoras por el paseo marítimo pocas y no hacían más que desmitificar este mito de la belleza del lugar. En España tenemos mejores monumentos.


El albergue está entre el citado muelle y un centro comercial, incluyendo la 3rd St. Si hay algún lugar más replicado en LaTierra, son los centros comerciales. Da igual que entres en uno en Valencia, Berlín, L.A. o incluso Beijin. Mismas tiendas, mismo que ofrecer. En lugar de Corte Inglés pues un Macy’s y en este caso grandes tiendas de Rip Curl y Quicksilver pàra los surfistas. Entré en la librería Barnes & Nobles, donde compré “Twenty thousands leagues under the sea” y las historias completas de Sherlock Holmes. Para entretenerme en el vuelo de vuelta


En el cuidado albergue se respiraba una extraña mezcla. Sin muchos turistas en estas fechas me encontré con un indio, una chilena y un iraní buscando un sueño o un trabajo, todos ellos vinieron al “Hotel California”, sin embargo, aquél día llovía en el Sur de California. (Por cierto dicho hotel existe, está un poco más al sur, en Venice beach)


En la Fábrica de los Sueños lo que importa es la imagen. Una imagen


It never rains in southern California



viernes, 25 de enero de 2008

Pequeño viaje de Año Nuevo. Sea World


4/1/2008

Pequeño viaje de Año Nuevo. Sea World


A la mañana siguiente compré un pase de un día para los transportes públicos y tomé el Red Trolley hasta Old Town y de allí en autobús hasta el destino de hoy, Sea World. San Diego, es conocido por sus parques, como el prestiogioso Zoo, famoso por sus programas de conservación o este mismo Sea World.

Como dije a veces se compara a Valencia con a esta ciudad. Tengo entendido que L’Oceanogràfic está basado en este complejo. Y ahora que Valencia después de muchísimos años tiene zoo “permanente” pues se parecen un poco más.

Reúne ejemplares únicos. Aquí han conseguido criar belugas, que lógicamente no están expuestas al público.

Delfines, morsas y focas representan su papel en espectáculos, mantas y tiburones llenan estanques, y el espectáculo estrella, las orcas. Ideal para pasar en familia

Pensaba ir al zoo, pero me cansé de ver animales enjaulados, así que me acerqué al museo de la aviación y el espacio, pero a la que llegué ya estaban cerrando. De todos modos me llevé un buen recuerdo En la puerta habían expuestos dos aviones, un Dart, y un Blackbird de 1962. Este artefacto supersónico sigue estando envuelto de un halo misterioso.

De vuelta al Gaslamp Quarter cené en uno de los muchos restaurantes que colman las aceras. Me decidí por uno por música en directo que un grupo tocaba, bueno no por las camareras.

Me comentaron de una disco en Broadway, que aquélla noche iba a cerrar. Lo busqué por la calle cada vez se hacía más oscura, por lo que decidí volver. A la mañana siguiente me esperaba un viaje temprano en tren


lunes, 21 de enero de 2008

Pequeño viaje de Año Nuevo. San Diego

3/1/08

Pequeño viaje de Año Nuevo. San Diego

No podía dejar California sin conocer otras caras de este estado. Así que a pesar de los inconvenientes me he monté el viaje empezando de sur a norte, empezando por San Diego.

El avión de United aterrizaba a primera hora de la mañana rozando los rascacielos de esta ciudad fronteriza con Tijuana, México. Ciudad costera y volcada al mar aquí se ha celebrado la America’s Cup por tres ocasiones si no me equivoco, por lo que hay quien dice que Valencia es muy parecida a este lugar. Se encuentran allí desde mansiones costeras hasta antiguos burdeles, zoológicos de renombre mundial y museos que conservan artefactos del pasado y otros que nos llevan al futuro, pero no adelantemos acontecimientos.

Me alojé en el Hostelling Internacional, justo en el céntrico Gaslamp Quarter. Sin perder un segundo alquilé una bici, esta sí una Specilized más cuidada, aunque la talla era pequeña. Me aconsejaron visitar La Jolla (está bien escrito). La carretera me llevó bordeando la bahía de San Diego hasta Mission Bay, donde infinidad de barcos deportivos llenan los amarres. De allí a Oceanic Beach, por el paseo costero. Se veían surfistas buscando infructuosamente olas, eso sí con trajes de neopreno, y algún que otro playero. El caso es que el clima era estupendo, unos 25ºC, nada comparado con San Francisco donde un camión había volcado en el Bay Bridge, por el temporal de viento y lluvia. Poco a poco la playa se convertía en acantilados y este rincón alberga a gente adinerada. Mansiones y lofts, vehículos de lujo, como un Rolls Royce descapotable de los que se hacen por encargo. Llegué hasta el museo de arte contemporáneo. En frente un grupo de niños se asomaba a las aguas claras del Pacífico. Los leones marinos se refugiaban en una pequeña cala.

En el camino de vuelta me dirigí a Old Town, lo que sería el casco antíguo, pero que en este caso está a las afueras de la ciudad. Se han restaurado el antiguo granero, la escuela, el saloon, la oficina del Wells Fargo. En la puerta del alcalde decidí atar la jaca y tirar una foto del viejo Oeste.

Se me hacía tarde y decidí no seguí la ruta para ciclistas, después de subir una colina empinadísima me lancé hacia el Downtown, atravesando entre coches el distrito financiero, llegando a las 16:57, tres minutos antes de que cerraran.

HI San Diego pertenece a una red internacional. Sin ir más lejos el Colegio Menor donde viví durante tres años funciona como tal durante el verano. Habían organizado una cena “dinner and movie nigth” , staring pasta and “When Harry mets Sally”. Tras el viaje a NYC intentaba localizar los exteriores de la película.

El Gaslamp Quarter no cierra hasta bien tarde. Supongo que el clima y la historia de este barrio obligan a ello. Hacia finales del siglo XIX estas manzanas eran un nido de prostíbulos. Aquí es donde Wyatt Earp hizo su negocio, regentando tres salas de juego. Hoy en día se han limpiado las calles y los restaurantes y tiendas de moda ocupan aquellos locales. Muchos italianos, incluso te puedes comer una tortilla española con chile en “Olé Madrid”.

Un Hammer limusina tamaño camión cruzaba la calle. Iba lleno de crazy quinceañeras. Después he sabido que tras graduarse suele ser habitual que alquilen uno de estos vehículos y se vayan de fiesta loca.

Edificios antiguos que nos llevan tiempo atrás, y también vehículos. Cerca había un concesionario de coches antiguos, de coleccionista. No le dí mucha importancia, pero había uno extraño. Abrí los ojos. No solamente era un lugar de compraventa de coches antiguos, también del futuro. Aquél extraño vehículo era un ¡Delorean de 1981!!!! Un cartel el parabrisas rezaba: “Flux capacitor included” Por $33000 puedes volver al futuro.