miércoles, 31 de octubre de 2007

Feeling Halloween


28/10/2007

Feeling Halloween


Halloween se vive de una forma muy especial aquí. Es la tradición americana por excelencia, y San Francisco se convierte en Vice City durante estos días, en especial el barrio de Castro, el equivalente a nuestro Chueca. La fiesta que se monta allí dicen que es monumental, miles de personas disfrazadas y disfrutando en todos los sentidos, y lo digo así porque este año no hay Halloween en Castro. El pasado resultaron 10 heridos de bala durante su celebración, así que van ha haber férreos controles policiales, y aquí no van con tonterías.

Esto es lo que resulta cuando se mezcla el alcohol y las armas. Para que la combinación no resulte mortal hay que eliminar uno de los dos componentes, o el alcohol o las armas. Aquí decidieron prohibir el alcohol.

Pero Halloween existe a pesar de Castro. Está arraigado en esta cultura. Cientos de locales abren sus puertas durante estas noches y las hay para todos los gustos desde los DJs más conocidos del país en un local de moda cerca de Powell St. hasta la veintipicoava edición del “Exotic Erotic Ball”




Pasos para ir a una fiesta de Halloween:

1º- Encontrar una fiesta. Me han dicho que le dijeron que hay una en… Albert, el compañero de Lleida, se enteró de una en USS Hornet. ¿Y qué es esto? Se trata de un portaviones retirado, que actualmente funciona como museo. Un sitio extraño para una fiesta extraña.




2º- Encontrar disfraz. Hay dos opciones o te lo haces o lo compras. Aunque lo tradicional es hacerlo, en el país más capitalista del mundo la mayoría opta por comprarlo ya hecho. Hay tiendas especializadas en disfraces de Halloween, algunas de ellas sólo abren durante el mes de Octubre, como es el caso de Spirit una franquicia que hay en Shattuck St. Puede encontrarse todo tipo de disfraces, algunos superan los 150 bucks, decoración para la casa, esqueletos que verdaderamente asustan, y un gran surtido. Están los tradicionales: hombre lobo, fantasma, familia Monster al completo (no encontré a la Cosa) prisionero, con traje a rallas, aunque últimamente se impone la moda Guantánamo, de color naranja butanero; luego están los típicos de doctor-ginecólogo y enfermera sexy, Elm Street, y el de Chain Saw, que nunca me acuerdo del nombre.

Luego están los de temporada, este año, a ver… Pirates of the Caribbean. ¿A que algún pirata salió en la cabalgata de las fiestas del Rosario en Castellnovo?

Al final me decidí por una capa de Drácula, que era de lo más económico, y además abriga por la noche en el mar. Pero he cogido algunas ideas muy interesantes para las fiestas de Segorbe del año que viene, en las que únicamente me disfrazaré si salimos del garito.




3º- Coger un taxi. Sin más problema, ya que el portaviones está alejado en un muelle del puerto de Alameda. Al final Albert, Marcus y yo fuimos los decididos.

Pero antes hay que cenar. Hoy tuvimos la Uygher Cultural Celebration. No me enrollo para explicar quienes son los Uyghurs, uno de los pueblos de la Ruta de la Seda (umm, interesante hacerla en bici), mejor preguntárselo a la wikipedia. A lo que iba la cena. Es la primera cena en la que de verdad disfruto todo sabía excelente. Había una especie de empanadillas de carne picada con espinacas, que se hacían miel en la boca.




4º Llegada al muelle. El cab nos deja en la entrada del muelle 3 en puerto de Alameda. A nuestra derecha el USS Hornet, el barco que recogió a los tripulantes del Apolo 11 y 12, a su vuelta de la Luna. Además parece ser que ocurren hechos paranormales en él. El portaviones quedaba a nuestra derecha, e intuíamos la proa en la lejanía. ¿A que no os imagináis de qué iban disfrazados Marcus y Albert?

Con la P, habitantes de los “siete mares”. 1 2 3:

Pez pilila, pulpo, pirata. Así es de piratas. Es más, fiesta de disfraces en un barco. un 40% iba vestido de pirata, un 10% de marinero, y el resto del surtido antes comentado.




5º- Al abordaje. Con la adrenalina a tope subiendo las escaleras del portaviones llegamos a las puertas a por el ticket que nos lo entregó una impresionante… abuelita, tierna y encantadora. La gente que lleva el museo son algunos de los antiguos marinos que navegaron en el USS Hornet, es como su casa y ellos y sus familias lo quieren conservar. Este es un baile familiar, lo podríamos comparar con la verbena de disfraces del miércoles de fiestas de Castellnovo.

Nada más entrar en el hangar se encuentra un F14, un helicóptero, un F5 y otros aviones que no recuerdo su nombre. Impresionante tocar una de estas máquinas. Y junto a ellos la cápsula de un Apollo. Después la experiencia Dynamics y de haber estado metido dentro de la EPS del Ariane 5 tocar con mis manos aquélla máquina, que había estado en el espacio, fue como cuando los Reyes Magos le traen un juguete a un niño. La cubierta, tenía un roto. Era de panel compuesto interiormente por celdas hexagonales de aluminio y exteriormente dos pieles del mismo material.



6º El baile. Como decía anteriormente esto es comparable a la verbena del miércoles en fiestas de Castellnovo, con la diferencia de que aquí se disfraza todo el mundo. Mesas alrededor de la pista, y a un lado de ésta el escenario donde un grupo con dos impresionantes solistas nos deleitaba con la música en directo. Con la diferencia de un Quasar y un pasillo del terror.

Hasta el descanso todas las mesas llenas de abueletes. Como dice la canción “mucha niña mona pero ninguna sola”, únicamente las jovencitas de 12 años con sus madres y poca gente de nuestra edad que a esa hora deberían estar entrando el los locales de San Francisco. Únicamente unas pocas chavalillas a tiro


Al final no se va a la fiesta se lleva dentro y da igual el lugar


Estamos en el ecuador de la estancia, quedan tres meses por delante y todavía muchas cosas que aprender y que disfrutar. Conseguí sitio donde dormir en Enero. Será en el salón de un compañero del departamento. Me falta por decidir cuánto tiempo estaré en Navidades en I-house y a dónde viajar durante esos días.

What’s going on?

28/10/2007

What’s going on?

Hace un mes casi que no he escrito en el blog, así que ya iba siendo hora y vais a tener sobredosis así que saltaros lo que os plazca. La cuestión es que he estado muy atareado con el modelo matemático de mis queridos pilares. Ya me conocéis como siempre me tomo mi trabajo. He pasado algún momento de plantearme el porqué estaba aquí y qué es lo que estaba haciendo my god!

Pero encontré una salida. Superado el bache es hora de escribir un rato. Es sábado noche, acabo de regresar de una fiesta de Halloween y como aún me dura la cafeína de las Coke americanas y no tengo sueño me he decidido a escribir la jornada. La Coke de aquí es muy diferente, es más dulce y tiene más cafeína que la fórmula para España.


Esta semana ha sido movidita entre los estudiantes del campus. Un grupo de estudiantes republicanos, convocaron la Islamo-Fascim Awareness Week. Nuestro querido “Ansar” se sentiría muy a gusto con estos pupilos. Les podría regalar una copia firmada de su último libro. La respuesta fue la unión de unos treinta grupos diferentes de estudiantes bajo un mismo lema, “Peace, not prejudice” y una contramanisfestación el jueves de más de trescientas personas. Aquí hay sentido de integración, comunidad y respeto, del que podríamos aprender todos.


Podéis encontrar la información al día de lo que pasa en el Campus de Berkeley en el periódico The Daily Californian, www.dailycal.org. (Este link os puede venir bien si tardo en colgar otro post).


Además recibí carta de Munich, con las muy buenas noticias de Ceci and family!




lunes, 1 de octubre de 2007

Yosemite National Park

09/29/2007

Yosemite National Park (I). Traveling



Voy a ser rollero ya que esta es un de los viaje que quería hacer, incluso antes de llegar. A quien no le interese, que salte a la siguiente entrada.


Antes de venir a California, una de las primeras cosas que busqué en Internet fueron los espacios naturales alrededor de Berkeley. Y en concreto Yosemite National Park. No podía volver sin conocerlo. Sin embargo la temporda da a su fin y el acceso a Yosemite es más difícil, a la vez que es más peligroso llegar a algunas cumbres en invierno.


Así que como no podía dejar pasar la oportunidad me uní a un grupo de I-house residents para ir este fin de semana. Salimos dos coches uno se quedaba todo el fin de semana y nosotros, que volveríamos sábado por la noche, ya que algunos tienen “midterms” esta semana, y hay que estudiar. Un grupo estaba compuesto por lo mejor de cada casa, Sebastian, de Frankfurt, Aurelie, Sebastien, y Gerald de París, y yo.


De esta forma, el viernes por la tarde recogimos el coche de alquiler, las tiendas de campaña, e hicimos la compra.


Nos tocó un Kia Sportage, pero estilo americano, es decir, con cambio automático y con motor traga-gasolina. Lo de la gasolina más barata en estados unidos es un mito. Está a $3/galon, que si las cuentas no me fallan y con el cambio de moneda actual sale a 1.11€/L, o sea como en España. Sin embargo los surtidores diesel no existen. Esa puede una del las razones por las que se ven gran cantidad de coches japoneses, y algún coche pequeño como Copper mini, o Toyota Yaris. Creo que el coche más vendido debe de ser el Toyota Prius, que es híbrido, y el gobierno de California debe de incentivar la compra de vehículos híbridos pues lucen una pegatina diferenciadora


Nos repartimos la conducción. Gerald primero. Salimos de Berkeley dirección sureste, por autopistas de cuatro carriles en cada sentido, y atasco de viernes por la tarde incluido. Una vez superadas las montañas que bordean la Bahía, se llega a un inmenso llano de unos cuantos kilómetros, con un clima muy parecido al de casa. Vaquitas pastando, secano como Castilla. En las zonas regadas por los canales que cruzan todo el estado se encuentran grandes extensiones de almendros, melocotoneros, nogales, cerezos e incluso localicé algún kaki ya tomando color. Ya dirección a Sonora, ( este pueblo me suena de las películas del oeste) el paisaje cambia. Son ahora los oaks, que son un tipo de alcornoque, los que pueblan la lomas, cada vez más elevadas.


Decidimos parar a cenar en el siguiente pueblo. Jamestown. Sólo le faltaba quitar los coches para volver al Far West, a la época de los buscadores de oro. Se trata de un pequeño pueblo alineado a lo largo de la calle principal en el que se ha intentado conservar la arquitectura tradicional. No le faltaba ni Saloon ni Sheriff Office, con la diferencia de que los restaurantes eran todos mexicanos.


De este modo cenamos en uno de ellos. Por 12 buiks, tips and taxes included, nos pusimos las botas. Incluso nos ofrecieron una bolsa para llevarnos la comida.


Me tocaba el turno de conducir. Nunca había conducido un coche sin “stiker” así que mi celebro movía el brazo cada vez que instintivamente quería cambiar de marcha, cuando el coche lo hacía solo. Únicamente hay que recordar que no hay embrague, y que por lo tanto se conduce con un solo pie. El izquierdo debe estar quieto, no sea que por un descuido pisemos los dos pedales a la vez. Esto va de perlas para hacer la rampa. Sólo hay que soltar suavemente el pedal de freno y nunca se cala. Al final no voy a recordar como se conduce!


Continuamos la marcha hasta que nos dimos cuenta de que nos habíamos equivocado de carretera. U turn. Al final encontramos la dirección correcta. Era noche cerrada, por lo que lo único que se puede describir es que se trataba de una carretera de montaña, sinuosa y empinada. Después de cruzar la puerta del parque la carretera desciende hacia el fondo del Yosemite Valley.


Plantamos las tiendas de campaña, y nos reunimos con el grupo del otro coche a tomar unas cervezas. Esto da para juego de palabras: May be we didn’t see some bear, but a lot of beers! Otros juegos de palabras son por ejemplo: excuse me, do you know where is the Santa Mónica’s beach/bitch?


Como hay osos en estas sierras, hay que guardar la comida en bear boxes, unas cajas metálicas, de forma que los osos no puedan abrirlas, aunque la finalidad no es ésta, sino alejarla de la tienda donde se duerme, en caso de que venga un oso. Sin esterilla no posía dormir así que al final cogí las llaves del coche y acabe intentando dormir en él.





09/30/2007

Yosemite National Park (II). My first 8000



A la mañana siguiente, nos levantamos temprano. El dia era claro. Nos esperaba una dura caminata, de 25 km, entre ida y vuelta, y un desnivel en ascenso de 900 m. Se trataba de la ascensión al Half Dome, de 8842, eso sí en feet. En metros 2695m, cuando el “campamento base” está a 4000 feet (1220 m)


La ascensión comienza suave, siguiendo el curso del río Merced. Atrás dejamos Yosemite falls sin agua en esta época del año. Pasadas unas 1.2 millas el sendero asciende haciendo eses, hasta alcanzar una cota desde donde se puede observar el cañón que ha formado el río. En ligera ascensión el camino se acerca por el margen izquierdo hasta Nevada Falls, una cascada impresionante, de aguas cristalinas. Un pequeño puente de madera cruza sobre ésta antes de que las aguas se estrellen unos 100m más abajo. Siempre girando hacia la izquierda continuamos ascendiendo hasta la base de Half Dome. La mole granítica se yergue por encima de nosotros. Ya no hay árboles, sólo unos escalones labrados en la piedra nos permiten ascender.


Los últimos metros son eternos. Hay que escalar por la cresta, por una pared de más de 45º de inclinación, con la única ayuda de dos cables de acero separados medio metro y unas tablillas de madera cada 2 metros . Un resbalón acabas en el fondo del valle. Al igual que nos encontramos atasco a la salida de Berkeley, nos lo volvimos a encontrar aquí a más de 2000m de altura, unas 100 personas pendían de un cable intentando subir, mientras que por el otro intentaban bajar otras tantas. Superar el atasco nos llevó casi una hora. Una hora eterna.


Pero a fin alcanzamos la cumbre. Alrededor las montañas conservan parte de la nieve del invierno, abajo queda el valle. En la cara norte la pared es prácticamente vertical, ya que le falta el otro Half Dome, que un glaciar arrastó consigo. En este momento me siento como el protagonista de “Al filo de lo imposible”.


La vuelta a casa fue por el mismo camino, con la única diferencia de que bajamos por el margen derecho del río Merced. De nuevo con atasco para bajar por los cables.


A las siete de la tarde llegamos al coche. El otro grupo se quedó visitando Yosemite Village, mientras que nostros volvimos para Berkeley.Le tocaba conducir a Sebastian el primer tramo, pero tanto Gerald como yo estabamos tan cansados que decidió continuar él todo el camino.




Quedará el recuerdo de haber tocado el cielo, con la punta de los dedos